6 Estrategias para maximizar tu Comprensión Lectora
En esta edición de conexión cogni, vamos a explorar estrategias para maximizar la comprensión lectora, extraídas de algunas fuentes clásicas como el libro de M. J. Adler "Cómo leer un libro" y otras estrategias que he adquirido con el tiempo.
El proceso de lectura
Antes de leer cualquier material debes de entender que la lectura es un proceso, en este caso cíclico, que consta de dos fases: consumo y digestión.
Esto es lo que la gran mayoría pasa por alto y piensan que leer se trata únicamente de consumir, de absorber palabras como si fuéramos una esponja. Nada más alejado de la realidad.
La lectura no se trata solo de absorber palabras, sino de digerir la información. A menudo, leemos con la intención de llegar al final del libro lo más rápido posible, pero terminamos sin recordar nada.
Es como comer en exceso: si consumimos demasiada información sin procesarla, nuestro cerebro la “vomitará”, lo que conocemos más comúnmente como olvidar la información.
Para evitar esto, es crucial abordar la lectura como un ciclo de consumo y digestión.
Continuando con la analogía de la comida, lo que hacemos antes de comer es observar el plato que tenemos frente, vemos sus características y volumen para determinar primero qué es lo que vamos a comer y segundo, si lograremos comérnoslo en una sola sentada.
El equivalente de esto en el proceso de leer es la prelectura.
En lugar de lanzarnos de cabeza al texto, debemos realizar un escaneo general del libro, explorando el índice, la portada y la contraportada. Esto nos permite “pintar un panorama general” del contenido y reducir la incertidumbre, preparando nuestro cerebro (o estómago) para lo que viene.
Durante la prelectura, podemos hacernos preguntas clave:
- ¿Cuál es la temática principal del libro?
- ¿Qué tipo de información presenta: conceptual, práctica, argumentativa?
- ¿Quién es el autor y cuál es su relación con el tema?
- ¿En qué tiempo fue escrito el libro y cómo se relaciona con la visión de época?
Estas preguntas nos ayudan a clasificar la información y a comprender mejor el contexto del texto. También podemos identificar las palabras clave y empezar a visualizar las conexiones entre ellas, creando un “andamio” mental (soporte externo) que nos servirá de apoyo durante la lectura.
Codificación a largo plazo: aprendizaje exitoso.
Para potenciar el aprendizaje a largo plazo, es útil asociar el contenido del libro con nuestras experiencias pasadas. Este proceso, conocido como priming, activa recuerdos y facilita la creación de nuevas conexiones neuronales. Pregúntate ¿esto a qué me recuerda? ¿Con qué lo asocio de mis experiencias y conocimientos?
Ahora sí, una vez que hemos realizado la prelectura, podemos iniciar la lectura propiamente dicha.
A medida que leemos, es fundamental hacernos preguntas y buscar respuestas dentro del texto. Esto nos obliga a interactuar con la información y a procesarla activamente. Si lees en físico, no dudes en rayar las páginas y escribir preguntas que activen la información. Si lees en digital, asegúrate de hacer lo mismo, pero ten cuidado de no excederte con los resaltes y con coleccionar más notas de la cuenta.
Para preservar nuestro conocimiento acerca del texto a medida que leemos, es necesario tomar notas del mismo, pero no como lo venías haciendo desde el colegio. Para esto, te puedes ayudar de métodos que priorizan la digestión de la información, entre ellos hay uno que he estado hablando recientemente en el canal y que personalmente recomiendo: el método Zettelkasten.
El método Zettelkasten es una herramienta poderosa para este fin. Se basa en la creación de notas inteligentes interconectadas, que no solo recuperan eficazmente las ideas del texto sino que también actúan como “bloques de construcción”, para la generación de ideas y la producción de contenido propio. Puedes consultar más del tema en este video de aquí.
Ya al finalizar la lectura, debemos revisar nuestras notas y extraer las ideas clave, creando notas permanentes que consolidan nuestro aprendizaje y gestionan nuestro conocimiento.
En resumen, para maximizar la comprensión lectora, debemos:
- Realizar una prelectura exhaustiva: explorando el índice, la portada, la contraportada y formulando preguntas clave.
- Crear un “andamio” mental: identificando palabras clave y visualizando las conexiones entre ellas.
- Asociar el contenido con nuestras experiencias pasadas: utilizando la técnica de priming.
- Leer activamente: formulando preguntas y buscando respuestas dentro del texto.
- Tomar notas inteligentes: utilizando el método Zettelkasten u otras técnicas que nos permitan capturar y organizar la información.
- Extraer las ideas clave y crear notas permanentes: consolidando nuestro aprendizaje a largo plazo.
Recuerda, la lectura es un proceso activo que requiere tiempo y esfuerzo, esto significa que debe ser lento, no rápido. Pero si invertimos en una lectura intencional y estratégica, los beneficios serán invaluables: mayor comprensión, retención a largo plazo y la capacidad de generar ideas propias.
Si aplicas al menos una de estas estrategias y te funciona, por favor házmelo saber, y si no, también! Me gustaría saber cómo resulta tu proceso de lectura.
